Siguiendo con las publicaciones dedicadas a las gunas – las tres cualidades de las que está compuesto el universo según la filosofía hinduista – ahora pongo la atención en el segundo estado llamado Rajas. El estado rajásico se enciende fácilmente como la llama de la vela.

A Rajas le va bien una práctica de Yoga que modere su intensidad y lo relaje.

Durante el día podría incluir en la mañana una caminata, correr o pasear en bicicleta antes del yoga. Este ejercicio previo modera su fuego para luego enfocar en las asanas en una secuencia más sostenida en la permanencia de las posturas de pie, como el árbol, con torsiones sentadas, o asanas invertidos como Sirsasana, la Vela o el Arado y asanas restaurativas con un descanso más largo en Savasana.
Esta permanencia pacifíca en esta guna con la respiración que hace de puente, ayuda a su regulación. Sobre todo es beneficiosa si realizamos más largas las inspiraciones y las expiraciones.

Por la tarde, puede incluir alguna meditación como por ejemplo el yoga nidra que prepare el cuerpo y la mente a una relajación profunda, que de paso a un dormir más tarde tranquilo y sosegado.

Si quieres saber más sobre Gunas, qué alimentos se consideran Sátvicos, Rajásicos y Tamásicos y su relación con los asanas de yoga, te espero en el Taller de Yoga urbano, los días 5, 6 y 7 de Noviembre en Madrid.