En el perro boca arriba es donde empezamos a vislumbrar la fuerza de los músculos posteriores, para no tirar de otras zonas más vulnerables como las zonas lumbar y la cervical.
Como tiene un aire y conexión con la postura de la cobra, que vemos en el dibujo, voy a explicar algunas diferencias.

Diferencias entre el perro boca arriba y la cobra

En la asana de la cobra, la pelvis está enraizada. En éste caso sostenida por un par de mantas que favorecen la zona lumbar y la protegen, a la hora de proyectar la espalda hacia arriba y atrás.

Es en esta adaptación en donde reside el equilibrio.  En el perro boca arriba donde al mantener la postura separada del suelo, hay mucha más intensidad. Es en este efecto de compensar donde pondría la diferencia principal.  Al relajar y ablandar el contenido de la pelvis en el soporte de las mantas y así permanecer en la serpiente sin molestias y notando la gran vitalidad que genera después de su práctica.

Si tu práctica es de principiante, empezaría con la asana de la cobra para luego ir avanzando hacia el perro boca arriba. Es esta segunda asana, tu columna ya sabe el recorrido y nota las diferencias entre ambas y se aleja del suelo.