Parsvottanasana o asana de la pirámide tiene dos partes.

1. La primera fase:

Desde una distancia corta entre los pies y unas piernas activas, se va alargando la columna vertebral de forma uniforme sobre todo en la zona dorsal. Aunque en el dibujo se ven las manos en el suelo, puedes utilizar dos bloques como ayuda para facilitar el alargamiento de la espalda. Este primer paso, es importante sostenerlo notando todos los cambios incluida la pelvis que se muestra en una disposición cerrada facilitando toda la conexión de la cadena posterior estirando.

2. La segunda fase:

Cambia y transita a una columna vertebral que se va plegando progresivamente hacia la pierna frontal delantera. La cabeza que acompaña al movimiento de rendirse generando un descenso del sistema nervioso, en relajación sostenido. La cadena posterior cede al estiramiento profundo y da alivio a la espalda.
Es un asana donde desde el comienzo se analiza el manejo del cuerpo de pie dando la base y la estructura de otras que parten de esta pirámide.

A menudo se observa en los principiantes que el tren inferior es débil, y con poco trabajo de los músculos isquiotibiales que se muestran tensos o cortos en su longitud de piernas. De ésta manera en su ejercicio se van flexibilizando junto al cuerpo que cede y se pliega al completo.

Trabaja despacio parsvottanasana, sobre todo en las rodillas que pueden mantenerse ligeramente flexionadas. En su progresión llegan a estirarse en su totalidad.
Descansa unos minutos al finalizar, tendiendo el cuerpo. Aprecia sobre todo la parte posterior, sus diferencias, ahora en el descanso como se suelta al suelo con soltura y alivio.