Los pequeños movimientos que desde la posición semisupina empieza a realizar la pelvis es el primer paso para sentir la estructura ósea y su contenido. Para ello llevas la mano por detrás en la zona baja y con la inspiración notas como se alejan las lumbares y con la espiración como se acercan y se pegan a la mano.
Estos primeros movimientos se llaman mini basculaciones que dan una idea de movilidad que tiene la pelvis para luego alcanzar la postura final de setu bandha donde tiene la totalidad de su recorrido como se vé en el segundo dibujo.

Esta preparación es importante para sentir el proceso y descubrir que la pelvis no sube como un bloque sino desde el empuje de los pies y la conexión a las piernas al semipuente sostenido con el ritmo respiratorio y sin poner carga en las cervicales.

Es un asana de gran apertura porque se nota en la permanencia como se ablanda la caja torácica con el movimiento del aire o prana sobre todo en sus zonas altas de la cintura escapular y clavículas.
Es posible que al practicarla vayas descubriendo una mejora respiratoria y de buen ánimo y disponibilidad con el entorno y las personas.

Si quieres saber más de los beneficios de setu bhanda, haz clic aquí.