La respiración sucede sin esfuerzo, como un acto involuntario.

¿Por qué en yoga se profundiza en la observación de dicha práctica?

En lo cotidiano, si observas el movimiento se nota superficial en el cuerpo parece a veces que nos falta el aire para terminar el día. Llegamos a la noche rendidos como arañando el descanso.  Pero si dedicamos tiempo durante el día a reconocer como se profundiza en el acto de tomar el aire y en espirar descongestionando en profundidad algo cambia en nuestro sistema nervioso. Hay un tono menos reactivo, menos ansioso a lo habitual.
El estado de ánimo se alegra con sólo dedicar en posición tumbada con las piernas flexionadas unos minutos, a observar este proceso de inhalar tocando las costillas con tus manos y dejando que el diafragma baje para luego espirar un poco más lento y prolongado. Notando como el diafragma sube y se relaja.
En la permanencia y en el acto de práctica, sucede el cambio de estar más tranquilo.