Este es mi primer, inédito escrito inaugural para mi web que acaba de nacer hoy 1 de octubre del 2020, con la inspiración y trabajo constante no solo mío sino de Maribel que desde el primer día que la ví me inspiró cercanía y confianza.
Es un pálpito, intuitivo que siempre se apodera de mi cuerpo y sé con certeza que no me equivico cuando elijo realizar o ponerme en manos de alguien que me brinda su ayuda, en ésta ocasión para un tema que es mi forma de presentarme o de ser yoga.
Llevamos varias semanas, intercambiando mensajes, ideas, y siempre encontrando la forma de coincidir y seguir construyendo mi proyecto nuevo de tener una web, y hasta hoy donde finalmente llegamos a concluir éste viaje juntas.  Qué satisfacción, me embriaga después del esfuerzo, de salirme de mis límites, es una auténtica pasada de crecimiento y amplitud.

Ahora, después de ésta breve introducción me toca decir que este verano dibujé mucho, como una disciplina diaria que surgía sin esfuerzo. Dibujé más de 50 bocetos a lápiz de asanas donde además intentaba plasmar los músculos y huesos de una forma bastante realista bajo mi punto de vista. Luego, sentía la relajación parecida a cuando practico y llegué a pensar que se llegaba a un punto de equilibrio interesante entre ambas.

Y sigo en éste plan, raro es el día que no cojo el lápiz y dibujo cuerpos de yoguis, donde además analizo aspectos anatómicos que si no fuera así pasarían desapercibidos a mí.

Me ayuda, un descubrimiento reciente que surgió cuando diseñe los dibujos de mi segundo libro «Práctica de yoga : atención, voluntad y consciencia» fue el inicio y encaje de lo que hoy os cuento en mis palabras en este blog inaugural a mi web.