Entender el plano inclinado tiene su interés porque fortalece la musculatura anterior.  Lo más interesante como se ve en el dibujo,  es que realizado a cuadrupedia, genera una sinergia perfecta entre los músculos abdominales y la zona dorsal.

Se logra el equilibrio de fuerzas junto a los brazos y las piernas que se completan en el asana como se vé en el segundo dibujo.
Es una posición que requiere de una precisión y arquitectura muy fina, para optimizar el esfuerzo muscular y evitar el agotamiento típico en los principiantes en este asana.
Entonces, al entender la alineación de los huesos junto a la musculatura que la acompaña puedes lograr la permanencia sostenida y relajar el cuerpo aumentando los tiempos sin cansarte.

Con la práctica se va generando resistencia y fuerza que son los otros ingredientes para sostener el plano inclinado.

Una comprensión más visceral

Los órganos internos se ven sostenidos como en una hamaca. Esto da una imagen bastante clara de como puedes ir descubriendo lo que pasa por dentro y sentir el bienestar que resulta después. Un baño de endorfinas que deja al finalizarla.

Trabaja en tiempos breves al comienzo. Uno o dos minutos. Después irás consiguiendo tiempos más largos y donde el límite temporal va generando un cambio a niveles profundos de longitud de músculos y del sistema nervioso parasimpático que provoca una relajación profunda y duradera.

El plano inclinado o Kumbhakasana lo desarrollaré en profundidad en el taller de agosto, dedicado a explorar los paisajes internos y el cuerpo como un paisaje en su totalidad.